A continuacion se recoge un artículo de gran interes por la importancia de este instrumento en la música folk castellana.
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MÚSICA
La Dulzaina
EXTRAIDO DE LA CONFERENCIA: FABRICACIÓN DE LA DULZAINA Y OTROS INSTRUMENTOS DE VIENTO-MADERA.
Jonás Ordóñez Laguna.
Concejo Dulzaineros Toro de la Vega. Tordesillas 1993
La dulzaina es un instrumento de viento-madera de forma troncocónica en la que el sonido se produce por la vibración de una doble lengüeta de caña vegetal.
La Dulzaina es un instrumento musical tradicional en Castilla, si bien está extendida por todo el mundo y en España también se toca en otras regiones con distintas afinaciones, por ejemplo: en Valencia y Alicante se están afinando en SOL y en FA, y en MI bemol actualmente para tocar en las bandas, en Barcelona en FA (gralla), en la Rioja en FA,... Sin embargo, es en Castilla donde la dulzaina se perfecciona y alcanza unas características propias. La dulzaina castellana se diferencia de todas en que con ella se puede conseguir una escala cromática, al poseer llaves para los medios tonos, tiene más extensión (aunque podría agregársele aún dos llaves más), y su sonido es más grave que las de otras regiones.
La dulzaina castellana antigua no tenía llaves o registros y fue el constructor de Valladolid Ángel Velasco el que en los últimos años del siglo XIX la adaptó dos llaves de clarinete y a partir del siglo actual ocho, pasando el instrumento de la escala diatónica a la cromática que es la que actualmente disfrutamos.
En la dulzaina podemos distinguir tres partes:
1.- La caña, pita o pipa.
2.- El tudel
3.- El cuerpo de la dulzaina
1.- La caña, pita o pipa:
Es la que se encarga de producir el sonido. Consta de dos palas o lengüetas atadas y que posteriormente se unirán al tudel.
La materia prima que se usa para su construcción es la caña vegetal. No sirve cualquier caña, las que se usan están plantadas especialmente para música. La tierra se ara, se siembra y se planta de tal manera que estén aireadas. Ha de tener como mínimo dos años para ser cortada. Dicen los expertos que debe de ser cortada en luna llena en la primera quincena de enero (porque es cuando la savia está más muerta), normalmente no se hace así. A la hora de cortarlas se calibran.
Las cañas las venden ya cortadas y secas. Después de cortadas tienen que estar por lo menos un año soleándose. El soleado les va a dar un temple especial.
Cuando ya se han soleado se cortan en canutos y se procede a hacer la tablilla. De un canuto salen dos o tres tablillas. Se calibra la tablilla a unos dos milímetros y luego se cortan con plantilla los trozos que se van a usar.
Se seleccionan dos palas de la misma dureza, se les da forma a máquina y se procede al atado. Tradicionalmente el atado se ha hecho con cabo de zapatero, actualmente hecho a máquina, se ata con alambre y luego se forran con hilo.
El alambre sirve para preparar la abertura, se usa un alambre dócil y que no oxide. El hilo actualmente sirve para que no se escape el aire, suele ser un hilo fuerte y de grosor normal. En la fabricación de las pitas intervienen seis máquinas, tres para cortar y preparar la caña, dos para hacer más fina la paleta (dos calibres) y una para atar (con una sola máquina hay que montar, desmontar y calibrar muchas veces lo que hace que el trabajo fuera incómodo por lo que el uso de seis máquinas hacen un trabajo más especializado).
2.- El tudelEs la pieza de metal que va a servir de puente de unión entre la pita y el cuerpo de la dulzaina.
Es uno de los elementos más importantes de la dulzaina. Normalmente los hago torneados y a veces soldados, de lata, y repasados al torno (Si están bien hechos da lo mismo).
Sirve para afinar ciertos tipos de dulzaina. Puede ser más largo o más corto según el constructor. Una vez torneado se hace el vaciado, que es una continuidad del pabellón de la dulzaina y ha de tener el mismo calibre.
En la parte de unión con el cuerpo lleva una banda de corcho o hilo con el fin de que no pierda aire el instrumento.
3.- El cuerpo de la dulzaina
Se pueden usar distintos tipos de madera para su construcción. Hay que buscar maderas que tengan sonoridad. No importa la dureza pues hay maderas blandas que suenan bastante bien y a la inversa.
El ébano para mí es el que ofrece mejor sonido. Otras maderas que dan buen sonido son: granadillo, wengué, palorrosa, bubinga, boj canadiense (el nacional no porque se tuerce), algarrobo macho, guayacán y olivo. Casi todas son de importación. Un ejemplo de madera dura que no suena bien es el palorrojo.
Antes de la fabricación y una vez comprada la madera, bien a medida o en tablones, hay que seleccionarla ya que no toda es aprovechable. El ébano ha de secar a la sombra durante muchos años, es muy delicado. Es el ébano un árbol de corteza blanca y negro el interior, de él se suele aprovechar todo. Del wengué el corazón no sirve y de la bubinga se puede utilizar todo.
Una vez cortada la madera a la medida se sierra y se cilindra, después del cilindrado suelo hacer el vaciado. Para hacer éste uso el torno; se meten distintos tipos de brocas y por último la pieza (escariador) que va a dar forma final al pabellón de la dulzaina. Esta pieza está diseñada por ordenador.
Una vez hecho el vaciado hago la parte externa usando un torno copiador y automático y antes de hacer las ventanas o agujeros se afina la última nota (SI), acortando un poco si es necesario.
Para hacer las ventanas (agujeros) hay que tener en cuenta tres variables que son:
a.- Punto en el que va situada en el cuerpo de la dulzaina y anchura del pabellón en ese punto.
b.- Diámetro de la ventana.
c.- Distancia entre ventanas.
Para hacer todo esto me ayudo del diseño del ordenador.
Se afina después la escala diatónica y luego, al poner las llaves, la cromática.
Las llaves que se montan sobre la dulzaina y que tienen como fin el poder tapar determinadas ventanas suelen tener tres piezas:
- Cazoleta,
- Eje
- Rabo de la llave
Se emplea para su fabricación latón. Al trozo de metal se le da forma limándolo y soldando con plata las distintas piezas. También podrían hacerse fundiendo el metal y usando un molde. Después de lijadas y pulidas se les da un baño de cromo.
Para fijar las llaves sobre el cuerpo de la dulzaina se usan unos pilares (hechos a torno) que van roscados. Entre estos pilares se asentarán las llaves que llevan un muelle para que realicen su función. Suele ser el muelle un alambre de acero que sale del pilar taladrado al tetón de la llave para hacer girar a éste. Hay otros tipos de muelles en espiral, sobre todo en las llaves largas.
En las cazoletas van montadas las zapatillas que están construidas con un cartón recubierto de badana. La función de las zapatillas es tapar los agujeros.
Hay ocho o nueve llaves distintas en cada dulzaina.
También llevan las dulzainas varios cerquillos de adorno y algunas casquillos de metal en los agujeros.
Una vez terminada la dulzaina se comprueba su afinación usando para ello un afinador electrónico.
Las dulzainas de ébano y granadillo no se barnizan para que se vea su acabado. Las otras sí.
Concejo de Dulzaineros del Toro de la VegaEn 1987, y movidos por una serie de circunstancias que se estaban dando por aquel entonces, un grupo de Dulzaineros y amantes de las tradiciones castellanas acuerdan fundar el Concejo de Dulzaineros del Toro de. la Vega. Es en el verano de 1988, en la primera reunión pública que convocan, cuando se materializa realmente lo que hasta el momento era solo una idea.
En esa primera reunión se fijaron los objetivos que se pretendían y que más tarde se recogerían en una Ordenanza de esta manera:
a) Ofrecer un marco en el que los Dulzaineros nuevos y viejos junto con los Usuarios, de uno y otro confín de Castilla, puedan hallarse, conocerse, intercambiar opiniones, conocimientos; exponer en público sus obras e ideas y, así, generar una corriente de progreso.
b) Estudiar la tradición Castellana. Ejecutar las ideas del presente. Planificar, organizar, controlar y dirigir las acciones precisas para la generación y expresión de modos y formas culturales, especialmente las musicales, conforme a nuestro modo de ser, para así avanzar en lo propio y superar el colonialismo cultural que desde siglos sufrimos a causa de nuestra apatía y resistencia a trabajar en común.
c) Publicar obras e ideas de nuestros individuos, de modo que todo el que tenga algo que decir, encuentre camino fácil para hacerlo y no muera su obra con él.
d) Aprobar y censurar en Hermandad los hechos que considere buenos o malos para la vida cotidiana de dicho Concejo.
e) Dignificar la figura del Dulzainero y la Dulzaina, tenidos en algunas partes como símbolo de lo pueblerino y atrasado, sea para nosotros voz de la Tierra y futuro para nuestras gentes.
f) Coordinar el uso de nuestra arte, para que dentro de la libertad individual, se cumplan unos mínimos que vayan en mayor crédito nuestro y evitar ciertos abusos.
g) Devolver a la Dulzaina el lugar capital que de antes poseía en los actos públicos y privados, hoy perdido a causa de nuestro complejo de inferioridad, de la falta de innovación en el uso del instrumento y de la nula fianza de nuestra costumbre.
h) Establecer un control de calidad, que redunde en beneficio de todos, sobre todo de Dulzaineros y Dulzainas.
A los que quieren pertenecer al Concejo se les pide que:
a) Conozcan el instrumento y su uso.
b) Conozcan la tradición.
c) Investiguen sin descanso
d) Enseñen con afecto y generosidad.
e) Conozcan y practiquen nuestro modo de ser; es decir, la hidalguía.
f) Ayuden en lo que puedan y en cualquier circunstancia a todo Dulzainero del Concejo que se lo pida.
g) Para ingresar: toquen una pieza, al menos, ante el Concejo Abierto y manifiesten conocer y aprobar nuestra Ordenanza.
Se añade al Concejo el sobrenombre: "del Toro de la Vega", por entender que ese Torneo que celebra la Villa de Tordesillas es símbolo de pervivencia de nuestras costumbres ancestrales, acto fundamental en que se mamita nuestro carácter, modo de ser y virtudes.
Se fija Tordesillas como sede y lugar de reuniones por considerarla Capital espiritual de Castilla, ya que fue cabeza repobladora y concejil en los X y XI. En ella gobernó la Santa Junta de ciudades y villas en el S- XVI. Vivio presa Dª Juana I de Castilla, nuestra última reina y en ella se partió el mundo entre Castellanos y Portugueses.
Con el paso de los años, se han ido uniendo a este Concejo los mejores Dulzaineros y redoblantes de Castilla , también Grupos de Danza, de canción Tradicional, ... y muchas personas más que compartían las ideas transmitidas en los Concejos Abiertos.
Etiquetas: Cultura y tradiciones