Las regiones de Castilla la Nueva
La unidad de Castilla la Nueva no impide la peculiaridad de sus variadas regiones naturales: la Sierra, la Alcarria, la Campiña, la Sagra, la Jara y las que en mayor o menor grado dependen de ella, como la Mancha y los campos de Montiel y de Calatrava.
la oposición más intensa se manifiesta entre las zonas montañosas de la vertiente Sur de la Cordillera Central y la llanura del Tajo. Con propia personalidad destaca, dentro dentro de la Sierra, el valle de Lozoya, que corre entre las alineaciones de Somosierra y Guadarrama, y sirviendo de cauce al río de su nombre.
El eje central de la sierra lo constituye la ciudad de segovia centro medieval en el comercio de la lana y cruce caminero entre ambas Castillas. Aun situada en su vertiente norte, la íntima relación de de segovia con Toledo permite su inclusión dentro del área medieval de castilla la Nueva, como su cabeza de puente al otro lado de la sierra.
LA ALCARRIA
Ya en la meseta destaca por su fuerte perfil la región de la alcarria. En la margen izquierda del Henares, sus altos páramos o "alcarrias" descienden en faldas abarrancadas y sin vegetación, formando secas vaguadas o dejando paso a ríos cortados (Tajo, Tajuña).
La delimitación comarcal de la Alcarria es imprecisa. Existe, además, una confusión entre el nombre "regional" (Alcarria, en singular)que designa a la zona comprendida entre el Henares y el Tajo frente a la Campiña (compredida entre el Henares y el Jarama) y el nombre "topográfico" (alcarrias, en plural), que designa a los "llanos altos" que caracterizan el terreno.
En una impregnada e mozarabismo como esta, no es de extrañar que su nombre provenga de un híbrido entre un artículo árabe "al" y otra del ibérico como "arri" piedra, "Al-carria" significaría el "camino de piedras".
Brihuega mas que Guadalajara, es el centro natural de esta región árida. Los cultivos como cereales, vid y olivo son hoy al igual que en la Edad Media los cultivos preferentes, complementándose a su vez con la ganadería.
la Alcarria gozó de gran importancia por lugar estratégico en los siglo XIII; XIV y XV, pero ya entrado el siglo XVII esta comarca entró en decadencia, la abolición de la ganadería, la pérdida de montes y pastos, sustituidos por una pobre economía cerealista y la pérdida del valor estratégico marchando sus grandes casa nobiliarias a la Corte central, como en el caso de los Mendoza, marcaron su declive definitivo.
TOLEDO
Entre la Sierra, la alcarria y el Tajo se extiende el centro de la llanura toledana, que se continúa sin apenas modificar su aspecto árido y monótono en los interminables llanos de la Mancha.
La cuenca media del Tajo ha sido el eje tradicional de esta zona, sede de su capital, Toledo, y de villas de importancia, como Talavera y Oropesa. Situadas en la misma orilla del Tajo.
Compiten en la actualidad Toledo y Talavera de la Reina,ya en el siglo XVII tenía Talavera la suficiente importancia como para ser incluida entre los seis principales centros ciudadanos de Castilla la Nueva.
Sin embargo el crecimiento arrollador de la villa de Madrid ya desde fines del XVI hizo que las ciudades toledanas quedaran convertidas en núcleos de escasa importancia ya en el temprano XVIII.
LA MANCHA
Categoría especial merece la amplia región de la Mancha, que geográfica y estratégicamente depende de Toledo. Corresponde con lo que los romanos llamaron campo espartario y los arabes "manxa" -tierra seca-.Campo de batalla tradicional en la Reconquista, fue una gran "zona de nadie" entre las dos líneas defensivas de Sierra Morena y el Tajo. cervantes acertó situando su fantástica caballeresca en el escenario de las más decisivas batallas de la Reconquista.
La despoblación de la Mancha, debida a su constante inseguridad militar fue muy intensa y apenas se tuvieron en cuenta al repoblarla los viejos emplazamientos. Son ciudades "nuevas", creadas al amparo de las órdenes militares y siguiendo el flujo de las líneas avanzadas. Carece, por ello, esta región del fuerte sabor celtibérico tradicional, de las poblaciones toledanas y alcarreñas, que conservan no sólo el aspecto, sino la toponímia y los característicos emplazamientos de los primitivos castros.
SERRANÍA Y MESETA
En resumen, la fisonomía regional de Castilla la Nueva viene determinada por la fuerte oposición entre las zonas serranas, ganaderas, cubiertas de monte o pinar, como el de Valsaín, y las muy diversas en economía, forma de vida y paisaje de la Meseta, entre los que descuellan por su fuerte perfil la Alcarria y la Mancha.
la oposición más intensa se manifiesta entre las zonas montañosas de la vertiente Sur de la Cordillera Central y la llanura del Tajo. Con propia personalidad destaca, dentro dentro de la Sierra, el valle de Lozoya, que corre entre las alineaciones de Somosierra y Guadarrama, y sirviendo de cauce al río de su nombre.
El eje central de la sierra lo constituye la ciudad de segovia centro medieval en el comercio de la lana y cruce caminero entre ambas Castillas. Aun situada en su vertiente norte, la íntima relación de de segovia con Toledo permite su inclusión dentro del área medieval de castilla la Nueva, como su cabeza de puente al otro lado de la sierra.
LA ALCARRIA
Ya en la meseta destaca por su fuerte perfil la región de la alcarria. En la margen izquierda del Henares, sus altos páramos o "alcarrias" descienden en faldas abarrancadas y sin vegetación, formando secas vaguadas o dejando paso a ríos cortados (Tajo, Tajuña).
La delimitación comarcal de la Alcarria es imprecisa. Existe, además, una confusión entre el nombre "regional" (Alcarria, en singular)que designa a la zona comprendida entre el Henares y el Tajo frente a la Campiña (compredida entre el Henares y el Jarama) y el nombre "topográfico" (alcarrias, en plural), que designa a los "llanos altos" que caracterizan el terreno.
En una impregnada e mozarabismo como esta, no es de extrañar que su nombre provenga de un híbrido entre un artículo árabe "al" y otra del ibérico como "arri" piedra, "Al-carria" significaría el "camino de piedras".
Brihuega mas que Guadalajara, es el centro natural de esta región árida. Los cultivos como cereales, vid y olivo son hoy al igual que en la Edad Media los cultivos preferentes, complementándose a su vez con la ganadería.
la Alcarria gozó de gran importancia por lugar estratégico en los siglo XIII; XIV y XV, pero ya entrado el siglo XVII esta comarca entró en decadencia, la abolición de la ganadería, la pérdida de montes y pastos, sustituidos por una pobre economía cerealista y la pérdida del valor estratégico marchando sus grandes casa nobiliarias a la Corte central, como en el caso de los Mendoza, marcaron su declive definitivo.
TOLEDO
Entre la Sierra, la alcarria y el Tajo se extiende el centro de la llanura toledana, que se continúa sin apenas modificar su aspecto árido y monótono en los interminables llanos de la Mancha.
La cuenca media del Tajo ha sido el eje tradicional de esta zona, sede de su capital, Toledo, y de villas de importancia, como Talavera y Oropesa. Situadas en la misma orilla del Tajo.
Compiten en la actualidad Toledo y Talavera de la Reina,ya en el siglo XVII tenía Talavera la suficiente importancia como para ser incluida entre los seis principales centros ciudadanos de Castilla la Nueva.
Sin embargo el crecimiento arrollador de la villa de Madrid ya desde fines del XVI hizo que las ciudades toledanas quedaran convertidas en núcleos de escasa importancia ya en el temprano XVIII.
LA MANCHA
Categoría especial merece la amplia región de la Mancha, que geográfica y estratégicamente depende de Toledo. Corresponde con lo que los romanos llamaron campo espartario y los arabes "manxa" -tierra seca-.Campo de batalla tradicional en la Reconquista, fue una gran "zona de nadie" entre las dos líneas defensivas de Sierra Morena y el Tajo. cervantes acertó situando su fantástica caballeresca en el escenario de las más decisivas batallas de la Reconquista.
La despoblación de la Mancha, debida a su constante inseguridad militar fue muy intensa y apenas se tuvieron en cuenta al repoblarla los viejos emplazamientos. Son ciudades "nuevas", creadas al amparo de las órdenes militares y siguiendo el flujo de las líneas avanzadas. Carece, por ello, esta región del fuerte sabor celtibérico tradicional, de las poblaciones toledanas y alcarreñas, que conservan no sólo el aspecto, sino la toponímia y los característicos emplazamientos de los primitivos castros.
SERRANÍA Y MESETA
En resumen, la fisonomía regional de Castilla la Nueva viene determinada por la fuerte oposición entre las zonas serranas, ganaderas, cubiertas de monte o pinar, como el de Valsaín, y las muy diversas en economía, forma de vida y paisaje de la Meseta, entre los que descuellan por su fuerte perfil la Alcarria y la Mancha.
Etiquetas: Geografía
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