Julian Sanchez "El Charro"
Don Julian Sanchez "El Charro" es uno de esos personajes que la historia de nuestras tierras engendra en los momentos más críticos y fueron en verdad momentos críticos los acaecidos tras la entrada de las tropas napoleónicas en la Península, una entrada militar que bajo pretexto de marchar a Portugal, fue tomando posiciones por diferentes ciudades del solar hispano con la única intención de hacerse con éste.
-Las hazañas del personaje-
Julian Sanchez nació en Muñoz (Salamanca)en 1774 y pronto mostró aptitudes militares alistándose voluntario al Regimiento de Infantería Mallorca, número 14 para participar en la "Guerra de la Convención" (1793-95) contra los revolucionarios franceses. También participó con ese mismo regimiento, y esta vez con más suerte, en la guerra contra Portugal "Guerra de las Naranjas" (1801) participando en la acción de Aldea da Mata, donde el regimiento Mallorca tomó esa plaza a bayoneta, con un resultado de cuatrocientos prisioneros y ciento seis portugueses muertos.
Tras la guerra se licenció y marchó a su tierra para empezar una apacible vida con su mujer Cecilia Muriel García. Pero pocos años duraría su tranquilidad pues en 1808 se vio obligado a tomar las armas cuando los ejércitos del Imperio napoleónico atravesando los Pirineos comenzaron -so pretexto de la libertad- a regar con sangre los viejos campos castellanos.
Es aquí donde sus hazañas le encumbraron a la categoría de héroe militar. Incorporado en un primer momento a los Voluntarios de Ciudad Rodrigo, a la sazón cuerpo de lanceros, llegó a alcanzar en febrero de 1809 el grado de Alférez. Sus acciones fueron numerosas y encaminadas principalmente a hostigar las rutas de avituallamiento francés. El éxito de estas acciones llegó a incrementar su grupo en unos pocos meses al número de 80 efectivos, la principal seña de identidad de los lanceros de "El Charro" era que conservaban la indumentaria tradicional salmantina en lugar de vestir con las casacas reglamentarias del ejercito. Tiempo después fundó el Regimiento de Lanceros de Castilla, unidad con la que protagonizó episodios de gran audacia ante el asedio que los ejércitos imperiales sometieron a Ciudad Rodrigo.
En julio de 1810 recibió el nombramiento de Coronel, y con un gran número de efectivos bajo su mando se formó la "Brigada de don Julián". Quizá una de hazañas más populares sería la acaecida el 15 de octubre cuando una vez tomada Ciudad Rodrigo por los ejércitos invasores, el gobernador militar al mando de la plaza, el general Reynaud, cayó presa de "El Charro" mientras se hallaba dando un paseo por las inmediaciones de las murallas. Además de la captura del general también consiguió en esa acción más de 500 cabezas de ganado que servían de avituallamiento a los franceses.
A finales de 1811 la brigada de "El Charro" pasará a engrosar las filas del cuerpo de ejercito comandado por el general Wellington, militar que mostró su admiración por el prestigio y la eficiencia que "El Charro" demostró tener a lo largo de la guerra.
Tras la integración, el clásico uniforme salmantino que siempre mostraron orgullosos los lanceros castellanos, fue sustituido por el reglamentario y más acorde con la nueva situación de los husares europeos. Sus acciones quedaron entonces ligadas a la del cuerpo aliado y con ello "El Charro" y sus hombres participaron en diferentes acciones por toda la geografía de los reinos hispanos. Los Arapiles, Burgos o la entrada en Zaragoza fueron algunas de las participaciones activas que los Lanceros de Castilla acometieron en los años finales de la guerra.
-Su vida tras la guerra-
Al expulsar a los ejércitos franceses y con ellos a todos los traidores y colaboracionistas napoleónicos -también mal llamados afrancesados- "El Charro" fue nombrado, por el mismo general Palafox, presidente del consejo de Guerra Permanente y en abril de 1816 será nombrado Gobernador Militar de Santoña (Santander). Aquí murió su mujer Cecilia sin dejarle descendencia y pocos años después en 1823 se casó con la montañesa Juana Ignacia Velarde de Gandarillas. Al tiempo será nombrado Gobernador de la provincia de Santader, cargo este, que ejercerá hasta la invasión de "Los Cien mil Hijos de San Luis".
A pesar de que Don Julian Sanchez no era un acérrimo liberal, cumplió con su obligación de viejo soldado integrándose en el 2º Ejercito de Castilla y defendió las fronteras frente a la nueva arremetida francesa. A partir de este hecho calló en desgracia perdiendo la confianza de Fernando VII, y tras una serie de vicisitudes acabará encarcelado en la Real Chancillería de Valladolid (1824-28). Tras ser liberado terminará sus últimos días junto a su mujer en el pueblo castellano de Etreros (Segovia) donde tendrá que sufrir una última penitencia viendo morir a los dos hijos que había tenido con su segunda esposa.
Julián Sánchez, "El Charro", incombustible guerrero castellano expiró finalmente un día del 19 de Octubre de 1832, con ello pasó a engrosar el panteón de otros tantos héroes castellanos que como él, dedicaron su vida a la defensa de los suyos.
(1)"Contribuyó grandemente a levantar el espíritu en Castilla". Palabras extraídas de una anotación existente en su Expediente militar. (Secc. 9ª. A.G.M. Segovia).
Tumba de "El Charro"
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Información extraída de;
(1) cita extraída de;www.gie1808a1814.tripod.com
www.perso.wanadoo.es
www.losarapiles.com
-Las hazañas del personaje-
Julian Sanchez nació en Muñoz (Salamanca)en 1774 y pronto mostró aptitudes militares alistándose voluntario al Regimiento de Infantería Mallorca, número 14 para participar en la "Guerra de la Convención" (1793-95) contra los revolucionarios franceses. También participó con ese mismo regimiento, y esta vez con más suerte, en la guerra contra Portugal "Guerra de las Naranjas" (1801) participando en la acción de Aldea da Mata, donde el regimiento Mallorca tomó esa plaza a bayoneta, con un resultado de cuatrocientos prisioneros y ciento seis portugueses muertos.
Tras la guerra se licenció y marchó a su tierra para empezar una apacible vida con su mujer Cecilia Muriel García. Pero pocos años duraría su tranquilidad pues en 1808 se vio obligado a tomar las armas cuando los ejércitos del Imperio napoleónico atravesando los Pirineos comenzaron -so pretexto de la libertad- a regar con sangre los viejos campos castellanos.
"…Julián era hombre de alta estatura, pelo rubio, cara ovalada, barba poblada, de extraordinaria fuerza, muy acostumbrado en el manejo de la garrocha -había sido mayoral de una de las principales toradas-, su golpe era siempre certero."
Es aquí donde sus hazañas le encumbraron a la categoría de héroe militar. Incorporado en un primer momento a los Voluntarios de Ciudad Rodrigo, a la sazón cuerpo de lanceros, llegó a alcanzar en febrero de 1809 el grado de Alférez. Sus acciones fueron numerosas y encaminadas principalmente a hostigar las rutas de avituallamiento francés. El éxito de estas acciones llegó a incrementar su grupo en unos pocos meses al número de 80 efectivos, la principal seña de identidad de los lanceros de "El Charro" era que conservaban la indumentaria tradicional salmantina en lugar de vestir con las casacas reglamentarias del ejercito. Tiempo después fundó el Regimiento de Lanceros de Castilla, unidad con la que protagonizó episodios de gran audacia ante el asedio que los ejércitos imperiales sometieron a Ciudad Rodrigo.
En julio de 1810 recibió el nombramiento de Coronel, y con un gran número de efectivos bajo su mando se formó la "Brigada de don Julián". Quizá una de hazañas más populares sería la acaecida el 15 de octubre cuando una vez tomada Ciudad Rodrigo por los ejércitos invasores, el gobernador militar al mando de la plaza, el general Reynaud, cayó presa de "El Charro" mientras se hallaba dando un paseo por las inmediaciones de las murallas. Además de la captura del general también consiguió en esa acción más de 500 cabezas de ganado que servían de avituallamiento a los franceses.
A finales de 1811 la brigada de "El Charro" pasará a engrosar las filas del cuerpo de ejercito comandado por el general Wellington, militar que mostró su admiración por el prestigio y la eficiencia que "El Charro" demostró tener a lo largo de la guerra.
Tras la integración, el clásico uniforme salmantino que siempre mostraron orgullosos los lanceros castellanos, fue sustituido por el reglamentario y más acorde con la nueva situación de los husares europeos. Sus acciones quedaron entonces ligadas a la del cuerpo aliado y con ello "El Charro" y sus hombres participaron en diferentes acciones por toda la geografía de los reinos hispanos. Los Arapiles, Burgos o la entrada en Zaragoza fueron algunas de las participaciones activas que los Lanceros de Castilla acometieron en los años finales de la guerra.
-Su vida tras la guerra-
Al expulsar a los ejércitos franceses y con ellos a todos los traidores y colaboracionistas napoleónicos -también mal llamados afrancesados- "El Charro" fue nombrado, por el mismo general Palafox, presidente del consejo de Guerra Permanente y en abril de 1816 será nombrado Gobernador Militar de Santoña (Santander). Aquí murió su mujer Cecilia sin dejarle descendencia y pocos años después en 1823 se casó con la montañesa Juana Ignacia Velarde de Gandarillas. Al tiempo será nombrado Gobernador de la provincia de Santader, cargo este, que ejercerá hasta la invasión de "Los Cien mil Hijos de San Luis".
A pesar de que Don Julian Sanchez no era un acérrimo liberal, cumplió con su obligación de viejo soldado integrándose en el 2º Ejercito de Castilla y defendió las fronteras frente a la nueva arremetida francesa. A partir de este hecho calló en desgracia perdiendo la confianza de Fernando VII, y tras una serie de vicisitudes acabará encarcelado en la Real Chancillería de Valladolid (1824-28). Tras ser liberado terminará sus últimos días junto a su mujer en el pueblo castellano de Etreros (Segovia) donde tendrá que sufrir una última penitencia viendo morir a los dos hijos que había tenido con su segunda esposa.
Julián Sánchez, "El Charro", incombustible guerrero castellano expiró finalmente un día del 19 de Octubre de 1832, con ello pasó a engrosar el panteón de otros tantos héroes castellanos que como él, dedicaron su vida a la defensa de los suyos.
(1)"Contribuyó grandemente a levantar el espíritu en Castilla". Palabras extraídas de una anotación existente en su Expediente militar. (Secc. 9ª. A.G.M. Segovia).
Tumba de "El Charro"
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Información extraída de;
(1) cita extraída de;www.gie1808a1814.tripod.com
www.perso.wanadoo.es
www.losarapiles.com
Etiquetas: Patrimonio e Historia
2 Comments:
¡Cuánta gente hay que no sabemos la fuerza que tenían en su tiempo!, es increíble los héroes que no conocemos.
Grandes y a veces oscuros son los pasillos de la historia.
En este caso, desde luego, "El Charro" demostró ser un militar de pro, que siempre tuvo claro da quien tuvo que combatir.
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