La Peña del Rey Moro

Una de las leyendas más populares en Toledo es la de la llamada Peña del Rey Moro. En este nuevo artículo vamos a contar no tanto en que consiste esta leyenda, como si los posibles fundamentos históricos que dieron píe a tan importante historia.

La leyenda cuenta que un rey moro llamado Abul Walíd, acudió para recuperar la recién conquistada Toledo que había caído en manos castellanas (1085). Tras un frustrado intento de sitio éste murió y fue enterrado por expreso deseo en una peña desde la cuál había estado divisando todos los días el sitio a la ciudad.

Hasta aquí todavía estaríamos dentro de la leyenda, pero ¿cuales son las referencias históricas para tal leyenda?, ¿existió el moro Abu Walid? y ¿el famoso sitio?.

Pues atendiendo a la historia si que se produjo un cerco similar al de la leyenda contra Toledo tras la conquista. Este vino de la mano de los almorávides, reinando en Castilla Alfonso VII nieto del conquistador de la ciudad, y comandada por los visires de Sevilla, Córdoba y Valencia.

Corría el año 1113, todavía reinando Doña Urraca, los almorávides habían tomado el castillo de Aurelia, hoy día Oreja, en el límite con la actual provincia de Madrid.
Aunque Toledo resistía, la frontera este había sido sobradamente rebasada y desde Oreja las tropas almorávides interrumpían las comunicaciones.

Ruinas del castillo de Oreja

Como resolución unos años despés siendo ya rey de Castilla el hijo de Doña Urraca, el monarca Alfonso VII decidió tomar cartas en el asunto y en abril de 1139 los castellanos al mando del jefe militar de Toledo Rodrigo Fernández de Castro construyeron una fortaleza muy próxima a Oreja.

Los musulmanes respondieron enviando desde Uclés a los tres gobernadores antes mencionados contra Toledo, el objetivo era obligar a los castellanos a levantar el sitio, pero el plan musulmán fracasó. Alfonso ya en el asedio cristiano rindió en septiembre a Oreja mientras que los musulmanes en Toledo a pesar de conseguir tomar el castillo de San Servando debieron retirarse finalmente.

Ahora bien, contada esta historia vamos a fijarnos quién defendía Toledo. Parece ser que ésta era defendida por Doña Berenguela, que según la Chrónica Adefonsi Imperatoris, envió un mensaje a los sitiadores acusándoles de cobardes por asediar una ciudad defendida por una mujer en vez de presentarse en batalla contra las tropas del monarca Alfonso VII en Oreja.

Al recibir este mensaje los tres gobernantes llamados en romance Azuel (al-Zubayr) de Córdoba, Abenceta (sin identificar) de Sevilla y Abenganin (Ibn Ganiya) de Valencia, dieron por terminado el asedio se inclinaron galantemente ante la reina y marcharon.

A parte de estos datos no hay a día de hoy nada más que recoja algo parecido a la popular leyenda toledana de la Peña del Rey Moro.

Por tanto solo queda decir que las leyendas leyendas son, inclusive la Chrónica Adefonsis es seguro que ensalza en demasía su testimonio, lo cual no era algo de extrañar en la época. Y aunque nunca sepamos hasta que punto lo contado es realidad o no, lo que es seguro es que estas leyendas forman parte a día de hoy de nuestras tradiciones culturales y por tanto es deber de todos mantenerlas vivas y darlas a conocer al resto de la sociedad.

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Para saber más sobre la leyenda;

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